Una historia de amor
Estábamos buscando una ocasión especial para estrenar estas camisetas de familia aguacate. Y no se me ocurrió mejor plan que para contaros la historia de cuando quede nuevamente embarazada.
La verdad es que ambos embarazos fueron una gran sorpresa, como muchas saben. Dakotita anunciaba su pronta llegada en plena etapa de Miss, fue una época muy difícil para mi por toda la presión que eso supuso en su momento, pero que hoy en día, lo vivo a plenitud y nada puede hacerme mas feliz, no me imagino mi vida sin mi muñeca hermosa.
Este nuevo embarazo no estuvo carente de esa sensación de sorpresa, la misma que traía la llegada de Dakota. Maverick anunciaba su pronta llegada a los 5 meses de haber dado a luz a su hermana.
Lo recuerdo muy bien, era una fría mañana de diciembre, estaba en nuestra habitación a solas con la bebita cuando realizando una prueba casera me entere de que nuevamente estaba embaraza. Mi primera reacción fue mirar a Dakota y querer llorar. Me invadió un sentimiento de culpa que no podía explicar, tan bebe y ya la estoy haciendo hermana mayor. Sentí que no iba a disfrutar de ella y no le iba a dar todas las atenciones que se merecía. Pero después de pensar en todas estas cosas, si me eche a llorar.
Acto seguido fui a la oficina del papito, estaba a horas de otro viaje de trabajo así que me apresuré en darle la noticia de frente, (con Dakotita, el mensaje fue por whatsapp 😁) le mostré la prueba que confirmaban mis sospechas, me mira y me sonríe, muy bien, ¡estupendo! Me dice. Yo con todas mis reacciones y emociones mezcladas y el tomándolo con tanta naturalidad. Esa misma noche el pudo viajar con la gran noticia.
El siguiente desafío, contárselo a mi familia, eso si me costo más. Tuve que viajar y enviarles un mensaje con la noticia un mes después de haberme enterado. No se que pensaría mi madre, si me regañaría o si se pondría feliz, al final cuando se entero me dijo, ¡bueno mas vale que venga un niño! Y así fue.
El día en que nos enteramos de que era un niño, también fue un día muy especial, siempre quise tener a mi niñita pero tener la parejita nos hacia mucha ilusión a los dos. Papi siempre fue muy reservado con las emociones y hacia como que no le importaba tanto el sexo del bebe, hasta que salí de la sala de ecografia y pegando un salto de la silla me pregunta ¿Y? ¿Ya sabes que es?
¡Es un niño! Exclame con una gran sonrisa, la cara que puso fue indescifrable, como la de querer reír y llorar a la vez, obvio por la felicidad. La misma expresión fue la de mi mama, al fin un niño en la familia (en casa hasta las mascotas son hembras).
Dakota se divierte mucho con mi barrigota, le causa gracia el ombligo saltón y le encanta dormir y acomodarse entre su hermanito. Con la personalidad que tiene, sé que la pasara genial con su hermanito y no veo la hora de tenerlos juntos y que se tengan el uno al otro. No se porqué me sentí mal al comienzo, imagino que es normal, pero hoy en día solo puedo estar feliz y muy orgullosa de la hermosa familia que estamos formando.
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